Cójanse 100 gr de hoja pequeña y grande y 200 gr de mantequilla (un 20% de mantequilla se perderá), tras haber limpiado detalladamente todas las hojas, se vierten en una olla con agua hirviendo, removiendo durante 10 minutos sin cesar.
Escurrirlas sin prensar, repetir la operación, cuando hierva de nuevo el agua añadir la mantequilla y seguidamente las hojas escurridas antes, dejándolas cocer de 15 a 20 minutos más, removiendo de vez en cuando. Conseguid un trapo limpio y poroso, colocadlo sobre un colador. Filtrad el líquido y prensad la hierba, para extraer todo el jugo, hay que prensar mientras la decocción está caliente – el precio a pagar es el riesgo de quemarse los dedos- para obtener todo el THC.
Finalmente, depositad el caldo en un recipiente largo y estrecho, dejadlo enfriar y ponedlo en la nevera. A las pocas horas una sólida película de mantequilla flotará en la superficie del caldo. Bastará la ayuda de una espumadera y un cuchillo para recogerla y secarla con un trapo; ya estará lista para su consumo
Tradicionalmente se le ha llamado “Mantequilla de Marrakesch”, y es una óptima base para canapés de todo tipo. Preferimos llamarla a partir de ahora “psico-mantequilla” para facilitar la compresión; mientras que “canapés” será en lo sucesivo el nombre a usar, tal como los bautizo: Jonnathan Ott. Este mismo método se utilizará con cogollos limpios o con hachís.
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