Variedades ancestrales

Inútil hablar de todas las variedades existentes sobre el planeta, bien sean salvajes o creadas por el hombre. Para simplificar las descripciones, hablaremos de una o dos clases de hierba de todas las que se producen en cada país. Sin duda la procedencia de las semillas es el principal factor, que repercutirá en la calidad de la planta, pero no olvidéis que una semilla que viene del ecuador, difícilmente crecerá en el exterior aquí en nuestra latitud; sólo con el cultivo interior podréis conseguir buenos resultados.
Las hierbas africanas, suelen ser muy altas y como las tropicales, en forma de abeto. Suelen adaptarse bien a nuestra latitud. En particular manera las sudafricanas, que producen unos bonitos sticks de cogollos.
Un poco más bajas de altura que las africanas están las colombianas, de hoja muy fina y lanceada, incluso en los cogollos, es una de las Sativas que mejor se adapta al cultivo interior, en el exterior a causa de necesitar mucha luz florece tardíamente, de modo que los cogollos nunca son compactos.

TAILANDESAS

A pesar de su potencia, podríamos considerar esas plantas como un antojo, pues poseen una fuerte tendencia al hermafroditismo.
Significa que podemos tener plantas con muchas ramas femeninas, y alguna macho que las poliniza, o al revés.
Las cosechas no serán abundantes, pero sus colocones muy euforizantes. Como otras Sativas es difícil verla crecer en exterior, probar pues con el cultivo interior.

JAMAICANAS

Difícil obtener buena semilla, pues la hierba de exportación es de inferior calidad, aunque en Amsterdam se pueden encontrar algunas garantizadas. En interior crece sin otro problema que el control de su altura. Poseen un gusto acaramelado y aromático, que proviene de su curado y de su secado al sol.

AFGANAS Y PAKISTANIES
(HINDUKUSH)

Suelen ser las plantas más precoces y rápidas de todo el planeta. Hoja oscura, ancha, y muy espesa, con abundantes ramas y aroma profundo.
Los cogollos están compuestos de hojitas muy resinosas, dispuestas vagamente en forma de espiga. Perfectas para su consumo directo o pasadas por un tamiz para la obtención de hachís. Son estas plantas las que han aportado su sabor característico a la skunk holandesa. Ocurre algunas veces que las espigas se vuelven de color púrpura, y las hojas tienden al violeta con un específico olor, nada preocupante, son especies que mutan con el primer frío u otro motivo, pues son plantas muy sensibles a las variaciones del color del espectro y se desconciertan en cada cambio de color; ocurre también en algunas Durban Sudafricanas.
En cultivo interior florecen a las 8-10 semanas, con 12 horas de luz.

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